Los
poseedores de Ninfas/Carolinas tienen suerte y ya que estas con muy
fuertes y altamente resistentes a las enfermedades. Debido a su largo
historial al aire libre, han desarrollado una gran fortaleza para
hacer frente a muchas dolencias habituales de las que son víctimas
otros pájaros de jaula con mucha más facilidad.
No
resulta infrecuente el que la vida de las Ninfas/Carolinas transcurra
sin estar enfermas ni una sola vez.
Pese
a ello, se ha podido comprobar que puede sucumbir ante un resfriado
común o un desarreglo intestinal.
Cabe
esperar que hayamos llegado a casa acompañados de un pájaro sano.
Sin embargo, siempre existe la posibilidad de que sufra el ataque de
una enfermedad en un momento posterior.
Si
ya disponemos de una Ninfa/Carolina (o bien abrigamos la intención
de instalar nuestro nuevo pájaro junto a otros), constituye una
sabia sugerencia mantener al recién llegado separado de los que ya
se encuentran en la jaula o en la pajarera.
De
este modo, podremos comprobar si se presenta algún problema antes de
que se transmita al resto de los ejemplares sanos.
Podemos
fácilmente decir si nuestra Ninfa/Carolina se halla enferma, dado
que se sabe que todas ellas reaccionan de un modo similar. Si tal es
el caso, permanecerá inmóvil y ahuecara el plumaje, escondiendo la
cabeza entre las plumas en un intento de retener el máximo posible
de calor corporal.
A
menudo moqueara profusamente y mostrara unos ojos enrojecidos. sus
movimientos generales serán apáticos y podremos observar que
tiembla visiblemente.
Unas
deposiciones muy fluidas pueden constituir un indicio de enfermedad
pero también ser resultado de un cambio de dieta. Es mejor no
considerar el aspecto de las deposiciones como un elemento de
diagnóstico a menos que también se hallen presentes otros síntomas.
Si
nuestro pájaro está enfermo y se halla en una jaula junto con
otros, resulta aconsejable trasladarlo a una jaula hospital aislada
pues esto nos permitirá controlar el tratamiento de la dolencia y
evitar que ésta se transmita al resto de nuestros pájaros.
Podemos
convertir una jaula corriente en otra que sirva a estos fines y ello
simplemente cubriendo la parte posterior y laterales con un tejido
espeso y calentando su interior con una bombilla colocada en la parte
superior o mediante una esterilla eléctrica situada debajo.
Dejar
la parte frontal sin cubrir evita que el pájaro deba permanecer
demasiado tiempo solo en la oscuridad. Es asimismo bueno para el
bienestar del pájaro que pueda ver la habitación en que se halla
instalada la jaula. Dado que los pájaros enfermos experimentan
cierta dificultad para mantener el equilibrio deberemos colocar los
recipientes de la comida y del agua en el suelo y retirar todas las
perchas y palos.
También
deberemos colocar en un punto más bajo el escudo de sepia al objeto
de que el pájaro pueda llegar hasta él con facilidad y sin
necesidad de esforzarse.
Existe
un cierto número de remedios caseros de reconocida eficacia contra
las diversas dolencias que pueden afectar a las Ninfas/Carolinas.
Las
enfermedades que vamos a mencionar aquí son las que con mayor
frecuencia discuten los expertos y también las que cuentan con curas
o tratamientos bien conocidos.
Ahora
bien, por pequeña que sea la duda que nos asalte con relación al
diagnóstico particular de nuestro pájaro, acudamos a la consulta de
un veterinario. Estos profesionales experimentados deben constituir
nuestra primera fuente de información medica respecto al bienestar
de nuestro pájaro.
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