CORTES
Y HERIDAS
A veces nuestros pájaros pueden sufrir pequeños cortes o heridas. Normalmente se curan con gran rapidez debido a la naturaleza de su sangre. No obstante, para ayudar a que la curación sea más rápida, podemos limpiar la herida con agua oxigenada y aplicar algún ungüento antibiótico con tanta frecuencia como sea necesario.Circunstancia a tener en cuenta a este respecto es que a nuestro pájaro cabe que le salga alguna llaga en los pies si pisa continuamente sus propias deposiciones y la suciedad se adhiere a ellos de modo permanente.
Dado que la Ninfa/Carolina permanece cada minuto del día apoyada en sus pies (salvo cuando vuela, por supuesto), el mantener éstos en condiciones sanas es vitalmente importante. Como es natural, la mejor prevención es mantener el fondo de la jaula lo más limpio posible, cambiando el papel y lavando las perchas con tanta frecuencia como resulte necesario.No obstante, si los pies quedan recubiertos por una costra de suciedad, lo mejor es darle un baño al pájaro. Si muestra oposición a ello, lo cual suele ocurrir con algunos ejemplares, tendremos que lavarle los pies manualmente. A tal fin será suficiente valerse de un paño suave y agua tibia y se conseguirá resolver la cuestión en pocos minutos. Si las condiciones de los pies son realmente malas, sumérjamosle éstos en agua tibia durante unos pocos minutos antes de frotárselos para eliminar la suciedad y procedamos después a sacárselos con un paño.
En el caso de una Ninfa/Carolina con una para rota cabe hacer dos cosas: o bien no adoptar ninguna medida y que siga con su dieta normal o bien aplicar un entablillado construido por un astil de pluma de un pájaro de mayor tamaño. Una buena dieta contribuirá a la curación pero cabe que quede lisiado y, como consecuencia de ello, imposibilitado para criar. El entablillado constituirá nuestro mejor seguro contra esta posibilidad siempre y cuando nos aseguremos de que los dedos y el pie se halan orientados en la dirección apropiada cuando fijemos el entablillado. De hecho, se necesitaran dos personas para llevar a cabo esto correctamente: una para mantener el entablillado en posición adecuada y la otra para vendar ligeramente la pata. No deberemos vendar esta con tanta firmeza que con ello impidamos la circulación. Solamente se requieren unas dos semanas para que se cure la pata rota de una Ninfa/Carolina, pero como siempre, si no estamos muy seguros acerca del procedimiento que debemos seguir, consultemos a nuestro veterinario.
La mejor manera de evitar accidentes de esta naturaleza es asegurarse de que nuestro pájaro se halla familiarizado con su entorno. No añadamos nuevos obstáculos que e pájaro no esté en condiciones de reconocer y asegurémonos de que las ventanas con cristales transparentes han sido cubiertas para evitar que choque con ellos al pensar que se trata de un espacio libre.
Si debido a desorientación o cualquier otra dolencia o accidente nuestro pájaro colisiona con una pared, son muchas las probabilidades de que se quede sin sentido. Si ello ocurre, envolvámoslo ligeramente con un paño seco y suave hasta que se recupere de nuevo. Después llevémoslo al veterinario para que lo examine. Si todavía no lo hemos hecho, cabe que sea una buena idea proceder a recortarle las alas. (Desde este Blog no siendo partidarios).
De todos modos, todavía deberemos seguir mostrándonos cuidadosos con un pájaro al que se le ha practicado esta operación.
Los ácaros rojos son los que con mayos frecuencia se asocian con las Ninfas/Carolinas. De hecho, son de color gris pero después de chupar la sangre de los pájaros adquieren una tonalidad soja. Son relativamente difíciles de detectar ya que sólo atacan a los pájaros de noche cuando todas las luces están apagadas. Si el rascar nos lleva a sospechar la presencia de ácaros, cubramos la jaula con una tela ligera durante unas cuantas horas, después retirémosla con rapidez. con ello cogeremos a los ácaros desprevenidos y podremos verlos bajo forma de diminutos puntos grises y rojos en el reverso de la tela. Existe un cierto número de buenos atomizadores comerciales para combatir los ácaros y que podemos encontrar en nuestro establecimiento de animales de compañía.
Todo cuanto acabamos de decir también resulta válido para los diversos piojos que, algunas veces, cabe encontrar en las Ninfas/Carolinas. Los ácaros, las bacterias, las lombrices y otros parásitos pueden ser causa de graves daños para nuestros pájaros si dejamos que proliferen. Ahora bien, dado que los ácaros pueden ser controlados con la utilización de atomizadores comerciales específicos para este fin, constituye generalmente una buena práctica el desinfectar toda la jaula o pajarera cuando dichos parásitos hacen acto de presencia. Con dicho objeto las jaulas deben ser sumergidas en agua caliente en la que se haya disuelto un desinfectante, restregándolas a fondo, enjuagándolas y poniéndolas a secar al sol. También deben recibir un tratamiento similar todos los recipientes para la comida y el agua, las perchas y los juguetes. Esta labor debemos llevarla a cabo una vez por semana durante tres o cuatro y seguir después con el atomizador aplicándolo a la jaula y a las perchas.
Administrando a nuestros pájaros un lombricida en primavera y en otoño evitaremos que los destruyan estos parásitos, cuyos huevos se trasmiten a través de los excrementos de aves silvestres o en algunos casos, de nuevos ejemplares que se añaden al grupo. Para combatir esta posibilidad, todas las verduras, futas y agua deben ser apartadas del alcance de los pájaros durante un par de días. Después, se mezcla en antihelmíntico con el agua para beber y se ofrece ésta a los pájaros. Si el nuestro se halla enfermo y se muestra apático, constituye una buena idea administrarle manualmente el medicamento antes que esperar a que acuda a tomárselo por sí solo al beber el agua. Todos los medicamentos puedan necesitar nuestros pájaros podremos obtenerlos acudiendo a nuestro establecimiento de animales de compañía o a nuestro veterinario, siendo necesario subrayar que sin antes haber consultado con éste no constituye una buena idea el administrar cualquiera de ellos.
Al no haber ingerido ningún líquido durante un período de tiempo tan prolongado, los pájaros se mostrarán ansiosos por tomar la medicina. Otro método que cabe seguir requiere inyectar la mezcla directamente en el esófago del pájaro. En cualquier caso y sea cual fuere el sistema elegido. las lombrices muertas harán acto de presencia en las deposiciones poco después de que se haya administrado el antihelmíntico.
Cuando nuestros pájaros vuelen en libertas por nuestro hogar, asegurémonos de que no van a tener acceso a cosas tales como sobrantes de comida, periódicos, papel pintado, plantas de interior o bolsas de plástico. La ingestión de cualquiera de ellos puede provocar inflamaciones en el estómago e intestinos. En el caso del plástico, cabe incluso que perezcan por sofocación al tragarse fragmentos de este peligroso material.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la resistencia de un pájaro es muy reducida en la época de muda pero una dieta sana lo protegerá contra cualquier enfermedad durante estos períodos.
Finalmente recordemos que si se producen vómitos, ello probablemente será debido a una dieta inadecuada. Cambiémosla pues de inmediato.
PATAS
ABIERTAS
La
situación de patas abiertas puede haber sido originada o bien por el
hecho de que uno de los padres se ha posado sobre el joven polluelo
apoyándose sobre el con exceso y provocando una separación excesiva
de las patas hacia los lados o bien por haberse colocado el polluelo
sobre una superficie resbaladiza y haber impulsado las patas hacia
afuera con el peso de su cuerpo.
Si
observamos este defecto con la debida prontitud podemos corregirlo
envolviendo cada pata en un poco de algodón y sujetándolas con
cinta adhesiva justo por encima del tobillo de modo que se mantengan
lo suficientemente rectas como para mantener el polluelo en posición
de pie. Podemos recortar la cinta adhesiva y darle la forma apropiada
para que no entre en contacto con el estómago del polluelo. Conviene
recordar, no obstante, que cualquier cinta adhesiva o algodón
colocados en la parte inferior de un polluelo se ensuciará con
rapidez con las deposiciones y se desprenderá.
Retiremos
la cinta adhesiva todos los días y dejemos que el polluelo haga
ejercicio durante una hora antes de proceder a colocarle otra cinta
nueva. Si así procedemos, podremos apreciar una mejora al cabo de
pocos días y nos será posible suspender el tratamiento transcurrida
una semana aproximadamente.
ALAS
ROTAS
Si
nuestro pájaro tiene un ala rota, el valerse de una almohadilla de
gasa y fijarla mediante esparadrapo debajo de aquélla tras
replegarla en una posición cómoda contra el cuerpo del pájaro,
constituye el mejor sistema. Podemos evitar que el ala sufra
ulterirores daños instalando el pájaro en un punto relativamente
apartado dentro de una jaula hospital. Muchos expertos consideran que
la única cosa que deberíamos hacer, en el caso de una rotura de
ala, es acudir de inmediato a un veterinario pues tiene que al tratar
de aplicar cualquier entablillado por nosotros mismo ello se traduzca
en un resultado más perjudicial que beneficioso.
ESTADO
DE SHOCK
Si
nuestro pájaro permanece posado en su percha o en el fondo de la
jaula aparentemente si vida cabe que esté sufriendo un estado de
shock. Esto puede reconocer como origen muchas cosas, dependiendo tal
circunstancia de la personalidad de nuestro pájaro.
Cualquier
situación susceptible de provocar una fuerte tensión al pájaro lo
que puede llevar a un estado de shockprolongación de la tensión
puede conducir a la muerte prematura del pájaro.
Si
nuestro pájaro se encuentra en un estado de shock, deberemos
mantenerlo aislado y sometido a una temperatura templada. Dado que el
calor es el mejor remedio en estos casos, podemos ajustar la
esterilla eléctrica a un nivel comprendido entre 30 y 35 ºC. El
pájaro saldrá de su estado de shock en un plazo máximo de un día.
Si a pesar de todo ello no es así, consulte al veterinario
inmediatamente.
ÁCAROS
Si
nuestro pájaro dedica buena parte de su tiempo a rascarse, cae que
sufra la presencia de ácaros, los cuales se alimentan de su sangre.
A menudo nos resultará posible detectarlos mientras pululan por
entre las plumas y donde con mayor frecuencia cabe encontrarlos es en
las grietas y hendiduras de la madrea de las pajareras. Existen
diferentes tipos de esta clase de insectos y deben ser eliminados lo
más pronto posible después de haber detectado su presencia.
DIARREA
Aun
cuando la diarrea es a menudo un síntoma de otras dolencias, también
es normal que sea resultado de una dieta inadecuada.
Puede
asimismo ser consecuencia de que el pájaro haya comido algún
alimento o bebido agua en malas condiciones. A menudo se utiliza con
apreciable éxito para tratar estas situaciones la vitamina B12, la
cual deberemos administrársela, mientras se encuentra aislado en una
jaula hospital, añadiendo cuatro gotas a cada 30 g de agua.
BUCHE
AGRIADO
La
comida no digerida en el buche de una Ninfa/Carolina conduce a lo que
se conoce como buche agriado y que da lugar a que se desarrolle una
colonia de hongos y provoque una infección. Esta condición cabe
detectarla por presentar el buche un aspecto hinchado y despedir un
olor inhabitual. Para corregirlo deberemos sostener al pájaro con su
abdomen hacia arriba y con suaves presiones del dedo tratar de
desplazar hacia la garganta la comida, la cual en esta posición, no
podrá entrar en los pulmones del pájaro. Acto seguido y valiéndonos
de una jeringa dotada de una estrecha boquilla, proyectemos al
interior del buche agua tibia mezclada con 1/4 de cucharadita de
bicarbonato de sosa. Repitamos la operación dos o tres veces. Si
hemos detectado el problema demasiado tarde, cabe que resulte
necesario el uso de antibióticos.
De
todos modos consultemos a nuestro veterinario si surge algún
problema adicional.
ARRANQUE
DE PLUMAS
El
arrancarse las plumas constituye, en muchos pájaros, un
desequilibrio patológico cuyas razones no son claramente conocidas.
Algunos expertos consideran que ello débese a la carencia de
componentes minerales en la dieta. Sea como fuere y a parte tal
circunstancia, constituye un hecho cierto que se presenta con
frecuencia en aquellos pájaros que viven solos, los cuales se
arrancan primero una pluma y la mastican, después se arrancan otra,
a continuación y otra y otra hasta que llegan un momento que en su
plumaje hacen su aparición zonas totalmente desprovistas de ellas.
Dichos puntos a menudo se inflaman debido a que también las nuevas
plumas son arrancadas. Contra esta tendencia se consiguen unos
resultados favorables introduciendo ramas de árbol frutal en la
jaula al objeto de que el pájaro pueda roerlas y proporcionándole
asimismo una solución de cloruro sódico.
Tanto
las uñas como la mandíbula superior pueden ser objeto de un recorte
cuando se han desarrollado en exceso. En el primer caso cabe utilizar
un cortauñas o unas tijeras mientras que en el segundo lo más
apropiado es una lima de manicura. Procede no olvidar que el vaso
sanguíneo de las uñas se ve fácilmente y debe por ello extremarse
el cuidado para no seccionarlo. Recortemos pues sólo una pequeñas
parte cada vez y si a pesar de todas las precauciones se produce una
hemorragia, ésta se detendrá al cabo de poco tiempo aplicándoles
un poco de agua oxigenada. Valerse de unas tijeras es probablemente
el mejor método ya que aparte ser más rápido obvia el problema de
que son muchos los pájaros a los que desagrada el ruido y el
contacto de una lima o de una tela esmeril.
A
parte de ello, el limar requiere bastante tiempo y cabe que el pájaro
llegue a asociarnos con esta desagradable labor. Si así fuese
quedaría neutralizada buena parte del adiestramiento positivo que
valiéndonos de nuestro dedo y con gran esfuerzo hemos alcanzado.
Cuando
procedamos a limarle la mandíbula, apliquémosle primero una capa de
aceite de cocina y sujetémosle la cabeza entre el pulgar y el índice
para evitar que nos muerda. Puede que resulte más fácil llevar a
cabo la labor si insertamos una ramita entre las mandíbulas de modo
que muerda ésta en lugar de nuestros dedos. Si la Ninfa/Carolina ha
dispuesto en todo momento de un escudo de sepia, generalmente no será
necesario que le limemos el pico ya que su contacto frecuente con
dicho escudo lo mantendrá dentro de la dimensión correcta.
EL
RESFRIADO COMÚN
La
Ninfa/Carolina que sufre de un resfriado común puede ser sometida a
tratamiento instalándola en una jaula hospital con una temperatura
templada y añadiendo antibióticos al agua que utiliza para beber.
Los síntomas de un resfriado a menudo son los mismos que en el caso
de algunas de las enfermedades más graves y, aparte el hecho de que
harán que nuestro pájaro se muestre apático, serán similares a
los de un ser humano, es decir, flujo abundante de mucosidades,
negativa a tomar alimentos, profusión de estornudos y respiración
dificultosa.
Con
frecuencia deberemos proceder a eliminar la mucosidad secas de sus
orificios nasales, utilizando para tal fin un poco de agua tibia y
algodón. También podemos valernos de un inhalante, el cual
encontraremos en nuestro establecimiento de animales de compañía.
Si, con todo, nuestro pájaro no se recupera al cabo de poco días,
llevémoslo de inmediato a nuestro veterinario.
Si
se observa en él que tiene los ojos llorosos o los mantiene cerrados
durante prolongados períodos de tiempo y de repente empieza a
parpadear con rapidez, cabe que sufra de conjuntivitis. El aislarlo
en una jaula hospital y tratarle los ojos con una pomada a base de
cloramfenicol probablemente resolverá el problema en un breve
espacio de tiempo.
MUDA
FRANCESA
La
muda francesa se caracteriza por la pérdida continuada de plumas de
la cola y de las alas, impidiendo con ello que el pájaro pueda volar
de un modo adecuado. Esta circunstancia también da lugar a que los
pájaros presenten un aspecto raído. Los ejemplares que sufren de
muda francesa generalmente tienen una vida corta. Se ignora a qué se
debe esta dolencia pero se ha conseguido cierto éxito en evitarla
sumergiendo a los pájaros en una solución desinfectante, lo cual no
sólo impide que se produzca una infección sino que además
contribuye a que crezcan de nuevo las plumas perdidas.
Hemos
considerado anteriormente el problema de la oclusión ovárica pero
es un hecho lo suficientemente grave como para que volvamos a
mencionarlo de nuevo. Dicho problema surge cuando la hembra no puede
expulsar un huevo de modo natural desde su cloaca u oviducto inferior
pero conviene señalar que los pájaros alimentados con una dieta
sana y que cuentan con buenas disponibilidades de escudo de sepia y
de cascajo generalmente no se ven expuestos a esta circunstancia. en
una oclusión el huevo se detiene en su recorrido, bloquea la salida
de los excrementos y la hembra muere de toxemia. No obstante, si el
problema se descubre a tiempo, cabe obviarlo con éxito lubricando la
cloaca con unas gotas de agua. También puede hacerse uso de aceite
vegetal o mineral en sustitución del agua. De todos modos es
probable que se necesiten dos personas para llevar a cabo esta
operación, una para sostener el pájaro en posición de abdomen
hacia arriba mientras la otra lubrica el orificio anal con ayuda de
un cuentagotas ocular. Después, podemos instalar al pájaro en una
jaula hospital con temperatura templada y lo más probable es que
ponga el huevo en cuestión de horas e incluso más pronto.
Cabe
también que necesite una ligera presión de nuestros dedos para que
el huevo se deslice. Si debemos proceder de este modo, hagámoslo con
el pájaro colocado con su abdomen hacia arriba. Localicemos
entonces, mediante el tacto, el extremo superior del huevo y
presionémoslo suavemente para que se deslice por el oviducto hacia
el orificio anal.
Como
ya hemos tenido ocasión de sugerir, a nuestros pájaros enjaulados
les gusta poder gozar, algunas veces, de aires fresco y es por ello
que conviene instalar sus jaulas en un punto exterior de un modo
regular y frecuente. Destaquemos, no obstante, que uno de los
peligros que encierra este contacto exterior es de la insolación.
Asegurémonos, pues, de vigilar a menudo la jaula para comprobar que
no se halla expuesta a los rayos solares de forma excesivamente
directa y si a pesar de todas las precauciones tal circunstancia se
diera, rociemos a nuestro pájaro con agua fría o envolvámoslo
ligeramente en una tela húmeda hasta que su temperatura vuelva a la
normalidad.
Si
detectamos un bulto amarillento bajo la piel de nuestro pájaro, ello
puede significar que se ha desarrollado en él un tumor, el cual, si
es de tipo canceroso, puede demostrarse fatal. No obstante, algunos
de los de carácter superficial pueden ser eliminados con éxito por
un veterinario. Sea como fuere, si sospechamos que nuestra
Ninfa/Carolina se halla afectada por este problema, debemos llevarla
a consulta pues no existe ningún tratamiento doméstico para
esta clase de dolencias.
PSITACOSIS
La
enfermedad más temida por los avicultores y criadores, de entre las
que atacan a los loros y periquitos, es la psitacosis u ornitosis.
Esta enfermedad puede ser transmitida al hombre y, en ciertos casos,
ha sido causa de muerte. En algunos lugares del mundo, los pájaros
deben ser sometidos a reconocimientos para determinar si la sufren
antes de que puedan incorporarse a un grupo o ser utilizadas para la
cría. Acostumbra a hacer acto de presencia en grandes bandadas no
sujetas a control alguno. Aspecto a considerar es que esta enfermedad
no se manifiesta a través de un cuadro clínico específico y que
solamente aquellos ejemplares que sufren una fuerte infección
presentan síntomas tales como diarrea, somnolencia y neumonía. En
los seres humanos, los síntomas son muy parecidos a los de la gripe.
Si
en nuestra pajarera ha muerto un número elevado de pájaros, hagamos
que un veterinario u otro experto procedan a examinar una muestra de
los excrementos para determinar si se trata de psitacosis.
La
mejor defensa contra esta enfermedad es la limpieza. Por dicho
motivo, el llevar a cabo todos los días la del fondo de la jaula o
del suelo de la jaula o pajarera así como una desinfección
meticulosa del entorno mantendrá a los pájaros sanos.
El
placer de poseer y cuidar nuestras propias Ninfas/Carolinas se
mantendrá durante muchos años y los descubrimientos que haremos
todos los días observando su actividad nos asombrarán y nos
deleitarán. Muchos poseedores de Ninfas/Carolinas intesifican la
satisfacción que de ello se deriva compartiendo sus experiencias con
otros.
De
igual modo que el número de poseedores de Ninfas/Carolinas aumenta
todos los años, también ocurre lo propio con la formación a través
de asociaciones. Las más grandes y mejor organizadas a menudo
celebran reuniones de carácter regular a las que asisten, como
conferenciantes invitados, expertos y criadores. Aparte todo ello,
los miembros de asociaciones se reúnen para discutir e intercambiar
ideas sobre cuidados, cría y desarrollo de sus pájaros.
Cualquiera
que haya decidido instalar una Ninfa/Carolina en su casa, cede con
ello una parte de sí mismo a otro ser viviente. La confianza mutua y
la satisfacción que se deriva de esta asociación sólo puede servir
para enriquecer las vidas de todos los implicados, ya se trate de
seres humanos o pájaros.
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