HISTORIA
Las
cacatúas han sido descritas en la literatura desde el sigo XVIII.
Fueron expuestas en el Jardín des Plantes, en París, en 1846, y
allí fueron criadas con éxito. La Ninfa/Carolina era ya considerada
un ave de aviario asentada en la Europa de 1884, y se hizo un huevo
en EE.UU. en 1910. Han sido criadas en Australia desde 1901. El
interés en esta ave poco valorada en aquel entonces se aceleró
cuando apareció la mutación lutino en 1958.
Se
ha escrito mucho discutiendo y cambiando los nombre científicos de
esta especie. Nosotros usamos Nymphicus Hollandicus (Kerr).
En
la actualidad podemos ver Ninfas/Carolinas con muchas variaciones de
colores y patrón de pigmentación, pero deberíamos usar el ave gris
original como guía del tamaño y talla. Las dietas domésticas y la
cría controlada han proporcionado la base para que la Ninfa/Carolina
incremente su tamaño, aspecto que sin duda se ha visto potenciado
por las exigencias del mercado, pero que debe ser vigilado para que
se conserve la integridad de la Ninfa/Carolina silvestre.
Los
estándares deberían redactarse de modo que la Ninfa/Carolina
perfecta e ideal sea exactamente eso, y que no sea mayor, más larga,
más plumosa, etc... Deberían llevarse a cabo todos los esfuerzos
posibles para asegurar que nuestra Ninfa/Carolina perfecta y normal
no sufra un destino similar al del actualmente casi irreconocible
periquito de concurso.
Las
Ninfas/Carolinas son unas psitácidas de tamaño pequeño o mediano,
y deberían medir de 300 a 330 mm de longitud. Algunos estándares
para las exposiciones potencian un ave mayor, de hasta 350 mm. Estas
medidas incluyen un penacho móvil que se va estrechando hacia su
extremo, que mide 50 mm o más, y su cola, larga y esbelta, que
constituye la mitad de toda su longitud. El peso normal es de 90-120
g.
La
primera descripción del estándar para las exposiciones de la
Australian National Cockatiel Society es sucinto e ideal: "La
Ninfa/Carolina es un ave rolliza y de buen aspecto que tiene un dorso
recto y un tórax lleno, lo que confiere el aspecto general de que se
trata de un ave fuerte y capaz de desplazarse a lo largo de amplias
áreas en busca de su alimento diario".
No
podemos considerarlas, simplemente, como "pájaros grises".
Si las observamos de cerca veremos tonos que van del gris plomo al
del carbón vegetal por todo el cuerpo del ave. Los tonos castaños y
la difusión subyacente de color amarillo hacen que la intensidad de
color sea mayor. Todas las Ninfas/Carolinas normales disponen de un
patrón de coloración blanca en los hombros y en las plumas remeras.
Este patrón de coloraciones se une para dar lugar a un barrado
blanco en las alas, que es claramente visible en reposo o durante el
vuelo. Cuando la difusión de amarillo es rica, este barrado blanco
de las alas tiene franjas amarillas.
Los
machos maduros desarrollan una cara y un cuello de color amarillo
vivo y muestran una mancha anaranjada en la mejilla. La profundidad y
la extensión de color amarillo vivo desde la cara hasta alrededor de
la mitad de su longitud, y luego tienen unas puntas de tonalidad
gris. Usan su expresivo penacho para comunicarse.
Las
hembras tienen una cantidad similar de color amarillo y anaranjado en
la cara, pero este color se halla superpuesto por una difusión de
color gris. Las plumas timoneras inferiores están barradas con
tonalidades amarillas y suelen tener un pecho de tonos grises o
moteados. La cresta de las hembras es fundamentalmente gris, pero es
tan expresiva y larga como la de los machos.
Nada
más eclosionar, las Ninfas/Carolinas normales, de tipo silvestre,
tienen un plumón amarillo y los ojos oscuros. Los juveniles tienen
unas ceras de tono rosado que se "encienden" cuando tienen
miedo o se han hecho daño. Las Ninfas/Carolinas jóvenes tienen una
coloración más oscura, hasta que aparece el plumón pulverulento en
cantidad suficiente como para dispersarse por todo el plumaje. Esta
distribución suaviza el color de la Ninfa/Carolina y también ayuda
a hacer que su plumaje sea impermeable.
Los
machos jóvenes se parecen mucho a las hembras hasta alrededor de los
cuatro meses de vida, cuando empiezan a mostrar un listado amarillo
en el rostro y reemplazan las plumas timoneras barradas por unas de
color uniforme. Las Ninfas/Carolinas tienen unas ceras, pies, uñas y
ojos de color gris oscuro cuando son adultas.
En
la Biblioteca del Naturalista, que consta de 40 volúmenes datados de
1833-1843, el autor William Jardine, muestra en el volumen 10, un
dibujo pintado a mano por Gould de la "Ninfa/Carolina de
mejillas rojas". Esta ave fue identificada como Nymphious Novae
Hollandieae. Su observación muestra, claramente, a la Ninfa/Carolina
nativa de Australia. En otros libros históricos las Ninfas/Carolinas
han sido conocidas con el nombre de "corellas", "pericos
crestados", "pericos crestados de tierra", "loro
gris", "loro de penacho amarillo" y "loro
cacatúa".
Las
Ninfas/Carolinas están distribuidas por toda Australia. No obstante,
la mayoría de los avistamientos en Tasmania corresponden,
probablemente, a ejemplares que se han escapado de aviarios. Por lo
general evitan las zonas costeras, a no ser que en el interior los
veranos hayan sido muy secos. En tal caso, migran cerca de las costa,
donde las condiciones son más favorables. Debido a su capacidad de
adaptación pueden encontrarse en cualquier lugar de Australia en el
que dispongan de un aliento adecuado y de agua.
Observar
a las Ninfas/Carolinas en la naturaleza era una gran prioridad para
nosotros mientras estuvimos, hace poco, en los territorios del norte.
A cuatro horas al sur de Darwin, en Pine Creek, vimos a un pequeño
grupo de Ninfas/Carolinas. Al acercarnos, los progenitores volaron
hasta un árbol muerto cercano. La hembra quedó claramente a la
vista, pero el macho se colocó de lado sobre la rama y prácticamente
desapareció de nuestra vista. El y la rama tenían un color muy
parecido. Esto hizo que nos diésemos cuenta de que quizá habíamos
pasado cerca de muchas Ninfas/Carolinas sin verlas.
Las
siete aves jóvenes permanecieron al lado de la carretera de grava,
picoteando afanosamente en un lugar. Seguimos acercándonos, hasta
que huyeron volando y se les unieron sus progenitores. Pasamos algún
tiempo intentando dilucidar qué estaban comiendo, pero no
descubrimos nada reconocible. O las semillas de este lugar desnudo
con grava fina eran demasiado pequeñas como para verlas o estaban
interesadas en la grava arenosa y roja.
Colocadas
sobre los cables del teléfono, con los penachos elevados a modo de
estado de alarma, las Ninfas/Carolinas que viven en las zonas de
Australia Occidental donde se cultiva trigo son fácilmente
reconocibles.
LA
ADQUISICIÓN DE LOS EJEMPLARES
Si
entra en cualquier tienda de mascotas encontrará Ninfas/Carolinas en
venta. Generalmente se trata de ejemplares grises normalmente, y
habrá unos poco de las mutaciones más normales, como la lutino, la
perlada y la arlequinada.
Para
alguien que quiera unas pocas aves alegres y atractivas para tenerlas
en una pajarera en el jardín trasero, su adquisición de manos de un
tratante o en una tienda de mascotas, probablemente será suficiente.
No obstante, para aquellos interesados en la cría de mutaciones de
colores, es mejor adquirir las aves de manos de criadores privados,
que vigilan muy de cerca los apareamientos entres sus ejemplares,
mantienen unos registros precisos y pueden garantizar la genética de
sus aves.
Para
aquellos que quieran una mascota, los mejores ejemplares serán, sin
duda, los polluelos criados manualmente (Papilleros). Éstos ya
estarán acostumbrados a las personas y a su manejo. Los ejemplares
más gregarios se distinguirán de inmediato, ya que suelen agarrarse
a la alambrada pidiendo la atención de las personas mucho tiempo
después de su destete.
Independientemente
del objetivo que se tenga para las aves, hay algunas cosas básicas
en las que fijarse en lo referente a la salud y al bienestar de los
ejemplares que vaya a escoger. Una de las cualidades más
encantadoras de la Ninfa/Carolina es su carácter activo y alegre.
Cuando no duerme, cosa que hace a lo largo de la parte central del
día, debería moverse activamente de un lado a otro, acicalarse,
alimentarse y explorar la zona en la que vive, lo que hace que, para
un neófito, sea realmente fácil escoger un ejemplar sano.
Si
va a escoger aves en verano, vaya a primera hora de la mañana, antes
de que haga calor. Durante esta parte del día las aves deberían
estar activas y , así un ejemplar que tenga aspecto de estar dormido
y encontrarse mal será más fácil de distinguir. En condiciones muy
calurosas, la mayoría de las Ninfas/Carolinas dascansarán sobre
ambas patas y tendrán las alas extendidas, las plumas pegadas al
cuerpo y el pico ligeramente abierto; desde luego que no es una
postura más atractiva. La captura y el transporte de aves cuando
hace calor es estresante y no es una buena idea.
En
invierno es mejor ir a verlas a último hora del día, cuando inician
su comida vespertina. En este momento del día deberían mostrarse
activas y no sentir el frío, por lo que debería evitarse la
adquisición de un ave que siga teniendo el plumaje hinchado y sestee
mientras mantiene una postura apoyándose sobre las dos patas.
El
ave que escoja debe tener un buen tamaño y un buen plumaje en
relación a su edad.
Las
Ninfas/Carolinas crecen hasta, por lo menos, los doce meses de vida.
Incluso los ejemplares jóvenes que han sufrido enfermedades o
lesiones alcanzarán normalmente su tamaño normal en este periodo si
se les suministra una buena dieta. Así pues, busque aves que tengan
un tamaño razonable para su edad, y fíjese mucho más en su
conformación, que cambiará en menor grado a medida que el ave
madure.
Las
aves jóvenes pueden parecer realmente pequeñas y desaliñadas
cuando sufren su muda juvenil entre los cuatro y los seis meses de
vida. Si sabe que el ave que quiere adquirir tiene esa edad, podrá
excusar su aspecto, pero no obstante, lo mejor es escoger sólo
aquellos ejemplares que tengan un buen plumaje.
Las
Ninfas/Carolinas adultas mudan en enero o febrero (hemisferio sur),
aunque una climatología anómala puede dar lugar a mudas más
tempranas o tardías. Escoger, en esta época, un ave con un plumaje
perfecto puede resultar difícil.
Una
de las zonas extensas sin plumas (calvas) en esta época del año
suelen ser resultado de un acicalado excesivo por parte de otras
aves, especialmente cuando son tenidas en grandes cantidades y con
pocas cosas que las mantengan ocupadas. Esto, a pesar de tener un
aspecto poco estético, es inocuo, aunque el ave que arranque plumas
frecuentemente será un progenitor que también las arranque. Por
otro lado, deberían evitarse los ejemplares con cualquier signo de
automutilación o de una salida anormal del plumaje. Evita las aves a
las que les falten plumas alrededor de los ojos, ya que esto puede
ser síntoma de que se tratan de portadores de psitacosis, una
enfermedad muy contagiosa entre las aves. Otros síntomas a evitar
son la respiración dificultosa, las infecciones oculares y las
secreciones nasales, ya que son síntomas de esta misma enfermedad y,
en general, de mala salud.
Debería
observar detenidamente a los ejemplares para ver si sufren cojeras o
anomalías en el pico y los dedos de las patas. Su cloaca y las
plumas que la rodean deberían estar límpias y cuando coja al ave
que ha elegido, ésta debería tener una capa de musculatura y carne
firmes a cada lado de la quilla. Una quilla afilada y pronunciada es
signo de mala salud o de una infestación grave por parásitos
internos.
Para
aquellos interesados en exponer su ejemplares en concursos, las
sociedades nacionales dedicadas a esta ave pueden proporcionarle una
copia del estándar nacional. Para aquellos que simplemente estén
interesados en la cría de ejemplares de buena calidad, dicho
estándar puede ser usado como guía. Con el tiempo, irá
distinguiendo a las aves de buena calidad y sabrá, automáticamente,
en qué fijarse.
El
error más fecuente es criar en pos de color y las manchas poniendo
un menor énfasis en una buena conformación.
Al
adquirir ejemplares procedentes de criadores, pero sin verlos, ya que
puede que residan en una gran distancia como para hacer una visita,
tan sólo puede fiarse de la honestidad del criador cuando le hable
de sus aves. Todos los ejemplares que salen de una jaula de
transporte tienen un aspecto estresado y con el plumaje encrespado. A
no ser que las aves estén en un obvio mal estado o no sean en
absoluto lo que quería, la valoración final sobre sus nuevas
adquisiciones debería aplazarse, como mínimo, unos pocos días
(preferiblemente semanas) para permitir que las aves de asienten y
vuelvan a acicalarse. Sin embargo, no debería aceptar, bajo ninguna
circunstancia, aves que crea que ha recibido mediante una descripción
engañosa.
Cualquier
animal nuevo, independientemente de la especia a la que pertenezca,
debería pasar una cuarentena de por lo menos cuatro semanas
(preferiblemente seis) antes de ser alojado junto con sus otras aves.
Durante este periodo, sus nuevos ejemplares deben ser sometidos a un
tratamiento contra los parásitos internos y externos para evitar que
los pudieran transmitir a las aves que ya tiene, y se les debería
observar cuidadosamente por si muestran síntomas de enfermedad.
NINFAS/CAROLINAS
CONSIDERADAS COMO MASCOTAS
Las
Ninfas/Carolinas consideradas como mascotas están más felices si
las tenemos en parejas que si las tenemos solas, ya que esto es algo
innatural siendo, como son, una especie gregaria. Sin atenciones
regulares ni compañerismo, estas inteligentes aves frecuentemente se
frustrarán y desarrollarán problemas del comportamiento, como
gritar solicitando atención o arrancarse las plumas.
En
teoría nos convertimos en la bandada del ave y, por tanto, somos los
sustitutos de su necesidad de compañía. Lo cierto es que la novedad
que supone tener un ave dócil puede pasar pronto, y el ave pasará
más y más tiempo encerrado en una jaula, el tamaño de la cual
sería el equivalente a que una persona quedara encerrada en un
cuarto de baño. cuando nos referimos a dos aves tenidas como
mascotas hablamos de dos ejemplares, que no tienen porqué ser un
macho y una hembra. Debería evitar tener una pareja si no desea
hacerlas criar.
El
alojamiento, la dieta y otros aspectos del manejo relevantes a los
cuidados de estas aves tenidas como mascotas ya ha sido tratado en
temas anteriores de este Blog. Esto nos hace recordar algunas de las
falacias tales como: "si tengo dos aves no seguirán siendo
dóciles".
Si
adquiere dos ejemplares que hayan sido criados manualmente
(Papilleros) y los maneja con frecuencia, no hay razón alguna para
esperar que se vuelvan salvajes. Los periquitos criados manualmente
prefieren tener amigos que sean de su misma especie, pero las
Ninfas/Carolinas pueden compartir fácilmente sus aficiones con usted
y con un ave.
La
personalidad de las Ninfas/Carolinas varía mucho, y no todas son
buenas mascotas. El criador debería proporcionarle una mascota que
proceda de una familia especialmente gregaria y amistosa. Estas aves,
al ser criadas manualmente (Papilleras), suelen seguir siendo dóciles
incluso al tenerlar en un aviario con compañeras no dóciles. Si
adquiere un ave que tiene como mascota, le recomiendamos que amanse a
la nueva antes de hacer las presentaciones. El miedo que siente el
ejemplar nuevo será captado por el ave que ya tiene y puede
alarmarla. Mucha gente que ha adquirido nuestros ejemplares
papilleros como compañero para una mascota me han informado de que
la personalidad de su primera ave ha florecido con la introducción
del nuevo y dócil ejemplar.
"Si
tengo dos ejemplares no podré enseñarles a hablar". La
capacidad de imitar y el deseo de hacerlo varían entre las distintas
aves, teniendo los machos una mayor inclinación a aprender palabras.
No enseñamos a nuestros ejemplares a hablar, de forma autodidacta, a
silbar y a hacer un ruido parecido al del pato Donald. Como era un
macho muy gregario y parlanchín, logró enseñar al resto de los
machos y a alguna de las hembras a hacer el mismo ruido. Estamos
seguros de que si le hubieramos repetido algunas palabras
continuamente habría aprendido a hablar y probablemente, hubiera
enseñado a muchos de los ejemplares a decir las mismas palabras. Nos
llegan muchos comentarios de aves tenidas como mascotas que han
aprendido a hablar o a silbar una determinada canción.
En
cuanto a cuál de los dos sexos es mejor como mascota, ambos tienen
atributos que les hacen ideales. Los machos tienen tendencia a ser
muy gregarios y divertidos, aunque a muchos no le hace gracia que les
acaricien y les rasquen, aunque si les gusta subirse a su cabeza o su
hombro mostrando así una cierta dominancia sexual. Las hembras, por
otro lado, son muy dulces y afectuosas, y generalmente insistirán
para que les rasquen la cabeza durante horas. Frecuentemente se
sienten satisfechas recostándose contra su cuello y sentándose
tranquilamente durante largos periodos.
Las
Ninfas/Carolinas jóvenes pierden peso durante el proceso del destete
y puede enfermar si las somete a estrés, como el ser transportadas a
un nuevo hogar, a una tienda de mascotas o a un tratante de aves. Por
tanto, preferimos vender nuestras mascotas una vez que estamos
seguros de que comen bien por su cuenta. También necesitan ser
manipuladas para así aprender a acudir a su propietario para obtener
compañía, y no sólo alimento. Las Ninfas/Carolinas que han sido
criadas manualmente serán dóciles y tendrán confianza con la
persona que las ha criado, pero quizás todavía se muestren
desconfiadas con los desconocidos. Hay pasos importantes que se deben
toar al adaptar a sus aves a su nuevo hogar.
Siempre
que entregamos ejemplares a su nuevo propietario lo realizamos con
una pequeña cantidad de las semillas a las que están acostumbradas
y una hoja con detalles sobre sus cuidados y dieta. Recomendamos que
los animales permanezcan en su jaula durante por lo menos un día,
hasta que se vayan acostumbrando a las voces y al aspecto de sus
nuevos propietarios y a los ruidos de su nuevo entorno, especialmente
a cualquier animal nuevo. Si la familia posee varios niños,
recomendamos que sólo un adulto y un niño estén con el ave cada
vez. Una habitación llena de gente desconocida puede espantarlas.
Los
pájaros deberían ser tenidos en una habitación pequeña al
principio y se les tendría que permitir salir de la jaula por su
cuenta, si es posible, o se les debería animar para que saltasen y
se colocasen sobre su mano para sacarles de la jaula. No las persiga
por la jaula, ya que así aprenderían a tener miedo. Las aves a las
que se les ha permitido salir de la jaula y explorar su entorno sin
mostrar miedo se acostumbrarán rápidamente a éste y a sus nuevos
propietarios. La habitación pequeña evitará que salgan volando con
demasiada rapidez y que se puedan lesionar o asustar por los objetos
presentes en la habitación.
Si
al principio vuelan alejándose de usted y se posan sobre la barra de
una cortina, déjeles que se calmen antes de acercarse tranquilamente
y anímeles a que se posen sobre su mano. Siempre recomendamos
disponer de un poco de eucalipto o hierbas que estén produciendo
semillas para mantenerles ocupadas mientras están sobre su regazo o
su mano.
Ademas
de suponer un premio, proporcionan a un ave nerviosa algo que hacer y
tienen un efecto tranquilizador. A medida que se acostumbren a usted
y a su nuevo entorno, se irán volviendo cada vez más atrevidas y se
les podrá permitir explorar zonas más amplias dentro de casa.
No
obstante, a no ser que les recorte las plumas de un ala (como ya
indicamos, desde este Blog no somos partidarios de esta práctica),
lo mejor será tener a las aves en habitaciones que no tengan
aberturas hacia el exterior de la casa o las ventanas cerradas.
Nos
llamaron personas que han perdido a sus mascotas porque han salido
fuera de casa con su animal posado sobre su hombro. Tan pronto como
el ave ve que se encuentra en un territorio desconocido suele salir
volando debido al pánico y lógicamente la perderemos en un momento.
Los
ruidos fuertes y repentinos alarmarán a sus aves, especialmente los
del teléfono y el timbre de la casa. Los hornos, los fregaderos y
las neveras son potenciales trampas mortales para las
Ninfas/Carolinas tenidas como mascotas. Si es posible, eche las
cortinas y cierre las puertas que dan acceso al baño o a la cocina.
También
deben estar atento a las plantas caseras potencialmente venenosas, al
gato o al perro y a los pulverizadores tóxicos de insecticida. Lo
más importante que debe recordar para la seguridad de su mascota es
que, simplemente, debe estar atento a sus aves y a lo que hacen
mientras están fuera de su jaula y juegan en su entorno.
Con
un poco de cuidado debería poder disfrutar durante años del
compañerismo de estas encantadores y pequeñas aves.