Para la cría, muchos poseedores de pájaros construyen una
pajarera externa. Quien de ellos cuenta con la habilidad necesaria a
tal fin puede construirla con sus propios medios mientras que el
principiante que dispone del espacio y el dinero necesarios pueden
contratar los servicios de una firma especializada para que le
construyan la instalación. En cualquier caso, una pajarera de
dimensión apropiada probablemente será lo suficientemente grande
como para exigir la obtención de un permiso de la autoridad
municipal. Procede tener en cuenta asimismo que junto con algunas
estructuras y componentes adicionales resultan necesarias, para las
pajareras de carácter externo, la mayoría de las exigencias ya
detalladas para otros tipos de alojamientos pero teniendo en cuenta
que, tratándose de una instalación externa, su importancia es mayor
debido a que también es más grande el espacio implicado.
Otro
punto a considerar es que dado que un grupo de Ninfas/Carolinas puede
llegar a ser extremadamente ruidoso, cabe que resulte necesaria la
obtención de permisos especiales en función de los
condicionamientos urbanísticos de la vecindad en que vivamos. Si
nuestros vecinos no son aficionados a los pájaros es posible que nos
veamos abocados a algunos problemas si nuestros animales son fuente
de constante algarabía. Asegurémonos, por tanto, de que no vamos a
tener dificultades por los motivos indicados antes de iniciar la
construcción de una pajarera al aire libre.
Siempre existen
alternativas muy atractivas de pajareras al aire libre, como vemos en
la siguiente imagen.
La condición inicial
importante para la instalación de una pajarera externa es disponer
de un emplazamiento adecuado. Al igual que ocurre en el caso de
instalaciones de menor tamaño, es de todo punto necesario encontrar
un lugar que no se halle expuesto en exceso a los rayos solares o a
un viento constante. La sombra que proyecta a mediodía una primera
consideración ideal para la instalación de la pajarera. En cuanto a
la dimensión, esta viene determinada, como es natural, por el
espacio de que se dispone.
Si éste no mide por lo
menos 300x180x210 cm., la pajarera que deseamos instalar no es
probablemente una buena idea. La dimensión indicada es adecuada pero
si pudiéramos contar con un espacio de 900x300x360 cm. ello sería
probablemente mejor e ideal. Con esta clase de pájaros la regla
empírica a aplicar es a menudo la de "cuanto mayo, mejor".
Los establecimientos en los
que se expende material de jardinería, las ferreterías y otros
comercios de tipo similar podrán proporcionarnos todo aquello que
nos hará falta si es nuestra intención construir por nosotros
mismos la pajarera. La básica de tipo externo debe contar con un
área de vuelo y un resguardo. El armazón principal del área de
vuelo, así como el resguardo, puede construirse valiéndose de madre
dura, ángulos de hierro o tubos galvanizados. El suelo puede ser de
tierra o de cemento recubierto con una capa de arena. Si se opta por
el de tierra, deberá estar rodeado en todo su perímetro por un muro
aislante a base de ladrillos o de chapa metálica, el cual deberá
penetrar profundamente en el suelo y asimismo sobresalir de él
objeto de impedir que las serpientes y los roedores puedan penetrar
en el recinto. Muchos expertos recomiendan el uso de suelos de
cemento, los cuales a menudo presentan ligera inclinación para
facilitar un perfecto drenaje.
Estos suelos son excelentes
desde un punto de vista sanitario. Otros, en cambio, consideran que
los suelos de tierra son mejores para el bienestar general de los
pájaros.
Si nos inclinamos por un suelo de tierra deberemos tener en cuenta
la sugerencia de algunos expertos según la cual conviene rastrillar
los restos de comida, a los que habremos añadido algunas semillas,
para que penetren en el suelo. En un plazo de tiempo relativamente
breve harán aparición pequeños brotes que proporcionarán un
suplemento alimenticio rico en vitaminas a las aves. Dado que la
Ninfa/Carolina es básicamente un pájaro que come en el suelo,
muchos expertos recomiendan encarecidamente suelos de tierra.
Aparte
de ello, hay que tener en cuenta que las Ninfas/Carolinas se sentirán
más seguras en sus vuelos si a lo largo del perímetro de la
pajarera crecen algunas plantas herbáceas de baja altura.
Si
nuestra elección se inclina por un suelo de cemento sin presencia de
arena o cualquier otro recubrimiento, probemos a incluis una artesa u
otro recipiente parecido en un punto situado al lado opuesto del
resguardo, rellenémoslo con tierra o arena, añadamos semillas de
alguna verdura o hortaliza y procedamos a regarlo todos los días.
Poco tiempo después harán su aparición las plantas y con ello
dispondremos de una fuente adicional de alimentación para nuestros
pájaros. Las pequeñas partículas de tierra que ingerirán junto
con las hojas les ayudarán a digerir la comida. La artesa o
recipiente elegido debe ser objeto de un cuidado diario por lo que a
la adición de nuevas semillas respecta ya que los pájaros se
comerán las plantas que vayan apareciendo en un muy breve periodo de
tiempo.
Las perchas que se instalen en la pajarera deben colocarse
en los laterales del área de vuelo al objeto de que no obstruyan en
ya de por sí limitado espacio disponible. No constituye una buena
idea incluir perchas basculantes pues se ha podido comprobar que
puedes ser causa de lesiones en los ejemplares jóvenes como
consecuencia de movimiento imprevistos. La colocación continuamente
renovada de ramas verdes debidamente fijadas al suelo es un aspecto
que no debe descuidarse pues a los pájaros les complace sobremanera
arrancar la corteza y roer la madera que se encuentra debajo. Las
ramas de eucalipto gozan, a este respecto, de gran preferencia ya que
se trata de un árbol de presencia muy frecuente en su hábitat
natural.

El resguardo de la pajarera sirve
básicamente para la protección de los pájaros cuando hace mal
tiempo. Dependiendo del clima que predomine en el sector en que
vivamos, el resguardo puede ser total o parcialmente cerrado. En los
puntos en los que domina un clima frío puede resultar aconsejable
disponer de un sistema de calefacción. En realidad las
Ninfas/Carolinas pueden sobrevivir a bajas temperaturas siempre y
cuando no se hallen expuestas a corrientes de aire pero en
condiciones extremas cabe que un sistema de calefacción constituya
una necesidad.
Las cubiertas de los resguardos a menudo se
construyen de planchas de maderas o de hierro acompañadas de
material aislante. Debe incluirse en el resguardo una percha colocada
a una distancia máxima de 60 cm. del techo. El suelo del resguardo
debe asimismo contar con una capa de gravilla o arena, la cual sirve
para vigorizar las uñas y los pies de los pájaros.
También
es necesario construir un pasadizo en torno a la pajarera de modo que
no sólo nos permita llegar hasta nuestros pájaros sino, además,
impedir cualquier ruta de escape. La alimentación como mejor puede
llevarse a cabo es mediante la instalación de estantes situados
directamente sobre puertas de entrada de bajo perfil. Dado que los
pájaros son los que mejor conocen cual es el momento idóneo para
sus ejercicios de vuelo debe disponerse una abertura que permita un
acceso continuado de las Ninfas/Carolinas desde el resguardo al área
de vuelo y viceversa.